viernes

El avistamiento

¿Te acordás del mar?

En un silencio,

mientras tras las paredes crujían los muebles,

se arrastraban los pesos,

las maderas se encariñaban,

se oían truenos,

esos estruendos que anuncian

la próxima llegada.

 

El avistamiento que siempre se huele,

como quien deja un rastro

una presencia que gravita,

en eso de los ruidos de la vida tras los muros

recordé el trueno en el mar,

como un ataque de romanticismo.

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