viernes

Contrastes constantes


Contrastes de la vida contemporánea,
ensimismados nos vemos hoy.
Este pasado que late,
lo resignifico ahora.
El color contra el color,
el color contra la nada,
el color contra el silencio.

Constantes de la cotidianeidad.
El color cuantitativo,
el color complementario,
el color claro, el color oscuro.
Resignificando las cantidades de intensidad,
que vienen y que van.
Ya casi estamos.

Late


Todo el silencio que abunda
se hace la noche en un segundo,
mientras la luz se dispara
la tierra tiembla,
los vidrios vibran,
el aire late.

Cruje en lo perpetuo
el cielo que irradia y arremete,
en un segundo de impacto
la luz en la tierra late,
como un contacto de energía,
un suspiro natural.

Lo perpetuo es silencio,
ante un cielo concreto
que habla entre dientes.

Las nubes se enfrentan y unen,
mientras los pájaros huyen,
porque son los primeros que saben,
cuándo hay que irse.

Tiembla el día y cae la mañana,
aquel deseo es inmediato,
un contacto suave con lo cotidiano.

Mientras los ácaros vuelan


Si esto ya paso,
¿Cómo es que la médula se embebe del silencio sobre al silenciado?
Si esto ya pasó,
¿De dónde sale esa noche extensa que no revela una novedad incierta?
Si esto ya pasó,
¿Cómo, cuándo y dónde se estuvo, se está y estará, cuando el maremoto inasible sucumba sobre el cotidiano tiempo?
Si esto ya pasó,
no me lo cuentes,
quiero la experiencia fresca del sol de la mañana,
mientras los ácaros vuelan.

Hombro y asombro


Es un asombro
como aparece el hombro
de cada discurso en un entorno.

Es un pájaro
que canta y dice la luz
de una melodía inscrita.

Es un hombro
de cada brazo un abrazo
donde el discurso queda corto.

Es un pájaro, no es un avión,
que con asombro aparece,
cuando la luz dice
entre cada entorno.

Es el retorno del canto
que abraza los brazos
y en cada entorno
crea un discurso
del asombro.


jueves

Acto


¿Habrás creído que crear nos crea?
Crear nos crea un germen que corroe las acciones,
para no poder detenerlas.

Crear nos expulsa de todas las trabas,
de todas las llaves que no tienen ningún dueño.

Crear es una catarata a borbotones de moléculas,
de agua, que son río, mar, lago y tormenta.
Para que luego se evapore para llegar a la luna.

*


Salir de la caverna, como símbolo de aquello que te ata a lo escondido. El polvo es ruido, y el ruido es corazón, corazón pigmentario de lo profundo. Lo profundo es el símbolo.

Resucitan


Metrópolis
que las palabras nos quedan cortas,
que ni la leyenda te salva,
que ni el mito del indomable,
resucita.

Metrópolis muda,
anestesiada de locura,
invadida y extasiada,
de la pura mentira sin rebajar.

Acá donde el barrio palpita,
no se borra ni marchita,
donde la noche cautelosa,
agita todas las vibraciones del día.

Acá donde nadie se calla,
no se espantan ni disipan,
donde las palabras se vuelcan
en un canto que replica.

Metrópolis sin sueño,
sólo duermen los que ignoran,
que por las noches los valientes
resucitan.



Entre mares


Así como cantando,
la gravedad se eleva
y desayuna la humedad
para luego matizar nubes,
como si fuera el aroma que deja
la tierra, la vida,
después de haber sido regada.

Así como quien no quiere la cosa,
aparece cuando todo está en pausa,
reanuda las razones, los ojos, las letras, los segundos.
Porque no son malos los días, sólo furibundos.

Así, sin decir nada, amanece que no es poco,
que la madrugada ha quedado larga.

Arma


¿Qué te arma?
¿Quién te arma?
¿Cuál es tu arma?
¿Hay un arma posible?
Entre lo posible y lo sensible.
El arma propio es aquello más complejo
de reconocer e igualar.

Tu arma es la fortaleza,
la condición innata,
el objetivo máximo.

Tu arma es la explosión y la implosión juntas,
en una carrera contra el tiempo.
Entre lo sensible y lo posible.

Brisa


En esa brisa me he creado,
como la bruma espesa divagando,
como la luna quieta decidida a no moverse,
ni dar un paso.

En esa brisa me he construido,
porque fue la pregunta inicial,
como la electricidad desierta,
como el libro esperando junto a la cama.

En esa brisa me he reencontrado,
con un diálogo mudo con lo externo,
recordando cómo llegué,
a generar una distancia casi perpetua.
Como la bruma espesa decidida,
como la luna quieta divagando.

Un fuego

Quizás en el pecho dejo
unas cenizas dioxacina,
que permiten una mancha
insoluble, inaudita.

Quizás porque inunda
la noche, las caras, la luna,
los reflejos de sombras,
los espejos en llamas,
las cenizas que tienen hambre
de silencio bajo la cama.

Quizás dejo la mesa tendida,
el espacio tomado,
esperando a ser servido
al zumbido que titila interno.

Quizás en el pecho dejo,
un espacio, un entero,
para recibirte siempre
para que apagues mi motor,
mi máquina,
para encender un fuego.


Lo que forma

A la luz creo, veo que el hecho es bueno.
A la luz, porque he dormido un tiempo,
escondido en un sueño.

A la luz insisto, que el resultado es un canto progresivo,
y que en desvelo sigo pensando el motivo real
de todo lo que forma.

La forma a la luz enseña que el devenir enfrenta,
vuelto humo, agua o esencia.
Expandiendo el aire, creando la posibilidad de la imagen.
Hoy es octubre, el río se ha llevado las palabras para oírlas.

En la mitad de la noche

Tuve un sueño. Un cuarto rodeado de madera.
La luz baja, de velas, un clima barroco.
La conversación era pausada, contando experiencias de lo que hace la historia a uno.
Éramos cuatro en un gran espacio, la luz central nos llenaba con vino mediante. 
Vos estabas, era la sensación.
Tenías ese libro, el cual habías intervenido y puesto en circulación. 
Ese libro de potencial filosófico, llegó a mis manos sin haberlo buscado.
Libro de artista, o una fotografía inolvidable.
En la mitad de la noche.


I had a dream. A room surrounded by wood.
The low light, of candles, a baroque climate.
The conversation was paused, telling experiencies of what the story does to one.
We were four in a large space, the central light filled us with wine through.
You were, it was the feeling.
You had that book, which you had intervined and put into circulation. 
That book, of philosophical potential, came to my hands without having sought it.
Artist’s book, or an unforgettable photograph.
In the middle of the night.

La mujer del reloj

Tuve un sueño. Un cuarto blanco. En él se daban discursos.
Sobre una banca estábamos en línea. A mi izquierda un sonido de las agujas del reloj, donde a mi oído una mujer lo imitaba con la lengua mirándome.
La palabra se tomaba mediante un skate pequeño blanco.
Caigo de las alturas a una superficie blanda.
Esa mujer me declara su amor. Tiene un hijo pequeño.
A la derecha del cuarto, bajan por una escalera dos médicos, los veo por una ventana.
La mujer del reloj no comprende mi evasión e insiste.
Despierto con el sonido metálico del ventilador de techo en mínimo.


I had a dream. A white room. In it, speeches were given.
On a bench we were online. To my left sounds of the hands of the clock, where I heard a woman imitate him with his tongue looking at me.
The word was taken by a small white skateboard.
I fall from the heights to a soft surface.
That woman declares her love to me. She has a small son.
To the right of the room, two doctors go down a staircase, I see them through a window.
The woman with the clock does not understand my evasion and insists.
Awake to the metallic sound of the celling fan at mínimum.

335

Tuve un sueño. Una especie de día de campo. El hombre alto estaba ahí.
Por una ventana de una Pick Up Chevrolet azul vi el reflejo de David Lynch.
Él estaba con Leland y un hombre azul. Leland miraba amenazante.
Aterrorizado caminé hacia ellos señalándole y gritándole al hombre alto que ahí estaban. Plena luz del día.
Tenía en mi mano una guitarra azul 335, nos sentamos y había entendido todo.
Estaba en un grupo familiar íntimo. Me ofreció un mozo del lugar una bebida azul, similar a jugo.
Me desperté con la voz de mis padres.


I had a dream. A kind of picnic. The tall man was there.
Through a window of a blue Chevrolet Pick Up I saw the reflection of David Lynch. 
He was with Leland and a blue man. Leland looked threateningly.
Terrified, I walked towards them pointing and shouting at the tall man that they were there. Full daylight.
I had a blue 335 guitar in my hand, we sat down and understood everything.
I was in an intimate family group. 
A local drink offered me a blue drink, similar to juice.
I woke up with the voice of my parents.

Traro

Esa sensación extraña
del nerviosismo incontrolable,
como una pesadilla espontanea
mientras acontecen soles nuevos estivales.

Esa sensación extraña del pasado
que circunda en vuelo los pensamientos,
como si fueran pájaros negros
que con la luz espejada del silencio
aparecen como un halo por la ventana.

Esa sensación de recordarte hoy, pasado,
es como si no te hubieras ido nunca,
y quizás volviste para darle memoria al fuego.

Esa sensación que te vuelve torpe, presente,
es como un silencio inmaculado,
que admira todo.