martes

El abrazo


Se viene el impacto/impronta exacto
de flores y pétalos radiantes
entre la pausa y el parpadeo.

Se esparcen por el centro
las miradas que se desplazan,
entre suaves curvas
de un extremo al otro,
hasta separar el par
en izquierdo y derecho.

El aire invade el cuerpo,
recorre extremos inhalados.
Carne de fauces locas
devora las líneas blancas,
mientras rugen seres rumiantes,
que para cuando se encuentren los límites
las flores podrán crepitar,
los montes caer al vacío,
las palabras desarmar,
los árboles romper el silencio.

Sobre todas las cosas,
más que mil palabras,
abrazar es la fusión de la energía interna.

viernes

Sueño que el viento


Sueño que el cielo
desarma mi almohada.

Sueño que el viento
desanudara mi voz.

Sueño que quiero
tu idioma en mi cama.

Sueño que el viento
desanidará el sol.

Sueño que el suelo
brota en mi espalda.

Fusión


Sube la colisión
a  la luz que entrevera
que a los hilos hilvana
y que en toda capacidad cotidiana
crea una unión hermana.

Sube una ansiedad sana
que se eleva huyendo de la bestia
renovando una resolución
refrescando los caminos.

Sube como una impresión extraña
de un pasado sin tiempo claro
una elevación volcánica,
una implosión de palabras,
una ruta a 80,
como un cambio de estado de sólido a líquido,
donde el líquido es un cuerpo.

Auxilio


Auxilio en mi sur
que parte por el camino,
y así luz negra se hace
volando en trinos
volando en ligados.

Auxilio en mi centro,
que quema el valle verde,
y así humo espeso se hace,
subiendo eléctrico,
ardiendo se expande.

Auxilio en mi norte,
que la arena arremete
y el torbellino enceguece
como una parálisis nerviosa
o como una puñalada a ciegas
en momentos de silencio,
que dispara el descanso
hacia otro punto cardinal.

Cuco


Recuperar,
recobrar,
esperar,
eco.
Son una cobra,
un reparo,
una invención,
una impresión,
un ataque mental,
del tiempo.
Cubrir,
cooperar,
con esa anestesia,
la fantástica vida idea
congelada,
ya en un tiempo
curar,
estas silabas que ya no
son mías.

Entonces


Pues entonces,
en ese reflejo me veo,
en ese blanco me brillo,
en esa madera me lustro,
en ese vidrio me cristalizo,
en ese metal me pulo.

Es entonces cuando
abrir es tener que cerrar
y en este coche la noche
quiere decirme que hubo,
eso que quiso ser, hubo.
Como el humo que arde,
aquel que arde la cebolla
mientras paralelo luego
en esos metales me pulo,
me cristalizo
o quizás mejor,
me abrigo.

De extrañar


En tu amor alemán,
en tu amor francés,
en tu mirada cautivante,
me encuentro como lobo,
más bien como gato,
que quiere ser otro animal
y en lo extraño de mi extrañar,
he de reconquistarme,
para decir siempre que si,
que si,
a esa conquista de ensoñación,
de ensueño,
de en serio.

Década


En ritmo bajo miro,
el espacio que me espera,
y que tras la lluvia
lo espero casi quieto.

Por lo bajo de esta mirada,
que a borbotones llama
para el cielo o hacia él,
una catarata de frío silencio
donde el viento añade,
el temblor de los paseantes.

Segrega un color que agrega
un calor trasnoche,
como un ojeo a un contexto
que pasa del pasado al presente,
gracias a una vida que conecta
un todo.
El ritmo de una década
que vuelve entre escaleras
y sillones de una esquina.