Un año de silencio
atravesado por mil cataratas aglomeradas
que buscan su peso ideal
para continuar en equilibrio.
Despues de temporales momentaneos
la lluvia dijo que los niños podían seguir jugando,
ser presente en el denso ausente,
entre magias y palabras virtuales
que se hacen fuego en las miradas brillantes.
Las velocidades generan vertigo en el corazon
pues lo inasible del tiempo late en el viento
formando remolinos de sensaciones incontrolables.
Hemos de encontrar la luz
aquella que invita a ser parte de ella,
y que en medio de su hogar
nos abraza con la ternura de dos años de edad.
jueves
lunes
La estética y el jazz
Se despide la imaginación
del calor del entendimiento
y la forma se desintegra,
mientras nacen como nubarrones
unos treinta y cinco colores.
Entre tantos juicios de valores
entre tantos tintes y tonos
se expande la línea,
que recorre lentamente
la quietud del movimiento.
Se despide el cuerpo
que oye cantos susurrantes,
canciones enamoradas y desencontradas,
mientras las palabras no importen,
los metales se transmiten
con un sutil eco.
del calor del entendimiento
y la forma se desintegra,
mientras nacen como nubarrones
unos treinta y cinco colores.
Entre tantos juicios de valores
entre tantos tintes y tonos
se expande la línea,
que recorre lentamente
la quietud del movimiento.
Se despide el cuerpo
que oye cantos susurrantes,
canciones enamoradas y desencontradas,
mientras las palabras no importen,
los metales se transmiten
con un sutil eco.
jueves
Los nadie
Como centros distantes
que enumerados se ven desnudos,
huyen de la historia
con su propio verbo del cuento,
memorizado y vuelto a memorizar
para que en el escape
cruja menos el gran golpe
de los sucios regalos
del contrincante.
Como centros distantes,
paralelas eternas, longevas,
hondos, separadas, irremediables,
que a pesar de su marca
no quieren interacción con el todo,
y se disipan en el zumbido confuso,
desprotegidos del sueño,
nihilistas sin amo ni dueño.
que enumerados se ven desnudos,
huyen de la historia
con su propio verbo del cuento,
memorizado y vuelto a memorizar
para que en el escape
cruja menos el gran golpe
de los sucios regalos
del contrincante.
Como centros distantes,
paralelas eternas, longevas,
hondos, separadas, irremediables,
que a pesar de su marca
no quieren interacción con el todo,
y se disipan en el zumbido confuso,
desprotegidos del sueño,
nihilistas sin amo ni dueño.
domingo
Ellos
Los objetos buscan su espacio,
sus caras se ignoran con recelo
guardando sus espaldas frías
agrupándose en esquinas o centros,
se observan quietos
paralelos
expectantes a su gracia,
de comerse todo un sujeto
de a pedazos o entero.
sus caras se ignoran con recelo
guardando sus espaldas frías
agrupándose en esquinas o centros,
se observan quietos
paralelos
expectantes a su gracia,
de comerse todo un sujeto
de a pedazos o entero.
viernes
Encantado
Las cuentas como un cuento,
un cuento que encanta y cuenta
que de tanto en tanto
ha perdido nuestros cantos,
que para encontrar espantos
cuenta tanto como un cuento
de encantos por espantos
sin contar los kilos de kilómetros
que se cruzan para encantarse
contando espantos en pasos largos,
como pisadas pesadas
que poco y nada le importan
los cuentos.
un cuento que encanta y cuenta
que de tanto en tanto
ha perdido nuestros cantos,
que para encontrar espantos
cuenta tanto como un cuento
de encantos por espantos
sin contar los kilos de kilómetros
que se cruzan para encantarse
contando espantos en pasos largos,
como pisadas pesadas
que poco y nada le importan
los cuentos.
martes
En el nombre del hombre
Los nombres
se separan de su peso
alzando su vista
que se desintegra
con tan sólo un beso.
Las manos
se fundan en el fuego
atemorizadas, perdidas,
que se integran
para empezar de nuevo.
Los hombres con su peso y sus nombres
con sus manos y temores
se desintegran y reintegran
con sus nuevos besos
con sus nuevos sabores.
se separan de su peso
alzando su vista
que se desintegra
con tan sólo un beso.
Las manos
se fundan en el fuego
atemorizadas, perdidas,
que se integran
para empezar de nuevo.
Los hombres con su peso y sus nombres
con sus manos y temores
se desintegran y reintegran
con sus nuevos besos
con sus nuevos sabores.
sábado
lunes
La casa del campo
Entramados de azules verdes
recorremos las paredes
que gritan desteñidas
cada uno de los placeres.
Por los pasillos vacios
se alumbran las margaritas
que alocadas por la noche
van bailando en tus vestidos.
En la casa bordada
llena de pintura seca
nos hundiremos sobre el campo
como una inmersión de tierra
como una visión e ilusión
de un lugar poco imaginado.
recorremos las paredes
que gritan desteñidas
cada uno de los placeres.
Por los pasillos vacios
se alumbran las margaritas
que alocadas por la noche
van bailando en tus vestidos.
En la casa bordada
llena de pintura seca
nos hundiremos sobre el campo
como una inmersión de tierra
como una visión e ilusión
de un lugar poco imaginado.
Lo que fue y lo que vendra
Disparo y olvido
cómo caen halos de luz
que revuelven el agua
y las sales fundadoras.
Disparo y sueño
con buenos detalles
que desenroscan la elevada presión
de los crueles tormentos.
Despierto y disparo
a los pesados espejos,
a los valles secos,
que no se necesita agua
mucho menos de un pozo espeso.
Disfruto y disparo
en línea recta cálidamente
como un fruto de consciencia
como un fruto locamente inocente.
cómo caen halos de luz
que revuelven el agua
y las sales fundadoras.
Disparo y sueño
con buenos detalles
que desenroscan la elevada presión
de los crueles tormentos.
Despierto y disparo
a los pesados espejos,
a los valles secos,
que no se necesita agua
mucho menos de un pozo espeso.
Disfruto y disparo
en línea recta cálidamente
como un fruto de consciencia
como un fruto locamente inocente.
Sensación ciencia
Astuta es la ciencia
que calcula el imprevisto
y lo transforma en mil palomas
alineadas, a la espera.
Es astuta ya que,
envuelta de frondosos edificios
repite igual su lema
de puntos en el universo.
Sorprende la ciencia
que poseen los desvalidos
como una ametralladora
de paralelas silenciosas
y perpendiculares tronidos.
que calcula el imprevisto
y lo transforma en mil palomas
alineadas, a la espera.
Es astuta ya que,
envuelta de frondosos edificios
repite igual su lema
de puntos en el universo.
Sorprende la ciencia
que poseen los desvalidos
como una ametralladora
de paralelas silenciosas
y perpendiculares tronidos.
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