martes

En el nombre del hombre

Los nombres
se separan de su peso
alzando su vista
que se desintegra
con tan sólo un beso.

Las manos
se fundan en el fuego
atemorizadas, perdidas,
que se integran
para empezar de nuevo.

Los hombres con su peso y sus nombres
con sus manos y temores
se desintegran y reintegran
con sus nuevos besos
con sus nuevos sabores.

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