miércoles

Ahí voy

Las hojas son negras
del camino al pasar,
los pájaros negros
me observan desde el cielo.
Hoy camino derecho,
no hay más piedras,
ahí voy.

La vista en la arena
en el agua el deseo,
las noches en vela
yo no duermo porque quiero.
Hoy camino derecho,
no hay más penas,
ahí voy.

Ojalá

Ojalá entre en mis manos,
todo el tiempo y la energía,
del amor y la valentía.

Ojalá en mis manos entre,
la capacidad del fuego,
que crea la intensidad,
osada y arremolinada.

Ojalá que mis manos,
tengan el alcance,
de iluminar la casa,
mientras los cuerpos se enciendan.

Ojalá entre en mis manos,
todo el tiempo y la alegría,
del amor que siempre
atesora. 

Libra

Todos estos renglones
dan la posibilidad de decir un fuego,
o decir un hielo.
Nuestro discurso puede ser una sustancia que cae,
una sensación líquida de las palabras,
algo corrosivo que puede controlarse
y descontrolar todo lo que encuentra a su paso,
como una invasión lenta del magma,
un fuego que un hielo,
un volcán de todo lo que somos y estamos.