domingo

A veces


A veces las flores te comen sonriendo
A veces los montes te arrancan naciendo
A veces las plantas te hablan muriendo
A veces los hombres te observan en silencio.


*


miércoles

Naranja

La mutación de engendros ciegos nuevos
se multiplica en esos 80 días de arena
que por la noche se invaden luces oscuras
en el pleno pasaje de calido a mas calido.
Aun cuando el cuerpo es irreconocible
la sed turbia crece en penumbras
mientras cruzan sus matices
mentes que se desenvuelven
esperando el fuego que inicio
ese baile macabro taladrante.

domingo

Rojo II

El que forma un conjunto
que se expande subrayando puntos,
maximizados en 15 (supuestas) líneas
derramando su lujuria cacofónica
sobre el manto febril ardiente.
Ruborizadas a forma insana
viajantes de atardeceres por mitad
feroces e incautas
se mantienen voraces bajo el cielo
rugiendo pacíficamente en 3.000 alaridos
que desarma el día arrancándolo de un tirón.

lunes

Amarillo

La lumbre enciende las curvas peligrosas
que corroen por las infinitas aristas,
descubren su punto especial
relajadas, entramadas y enhebradas,
pasajeras de voces tenores arrasadoras
se descarnan y empiezan a varar, 
sobre la marea entintada de casi casi
una luz que juega entre un vestido,
mil almas y el viento
que desampara posee y desampara
mientras hay música de fondo.

domingo

Crema del cielo

A través del cielo
señalizando la aurora
de salto en pátinas primeras
con las que tú formas
la hora.
Crema que derrites y coronas,
atrévete a ver la única visión...
que el canto de tanta risa,
se ahoga.

martes

Blanco

El cardúmen ácido
las piedras orgánicas
flores negras, lilas y rosas
impacto-fusión-distinción
una superficie transparente
que no se divisa
suelo espejo
solo eso ven los ojos.

domingo

Siempre verde

En un lapso diminuto, 
de no saber cuando cambia todo 
de sentir el extremo en la piel 
de perder recuerdos recientes 
en ese lapso,
se ahogan las décimas s. 
reacomodándose 
hasta sentirse aloe sobre la tierra.


(clima-orgánicamente hablando)

Rojo

llamarada silenciosa de golpes mínimos
como caricias que expresan las almas tristes
como cuarto envuelto en bruma lujuriosa
como palabras y llantos
escritas en una canción dolorosa.

llamarada silenciosa de golpes mínimos
que ahuyenta a los simples
que impulsa a los necios
que desde los más profundo abren
las puertas perfectas
de la percepción que enferma.

Azul

Previsible 
a lo lejos
el corte triple se escapa
un icono angelical purificado
derramando colores claros
susurros de paciencia escondidas
caricia húmeda, esparciendo tranquilidad
imprecisa-suave-taciturna
sobre el mismo lugar
esperando su paz.