miércoles

Pensaba

Cuando se regala un color
se crea un dios,
un dios que es capaz de tener la posibilidad
de construir el objeto y paisaje deseado.
Cuando se regala un color
se toca el alma del homenajeado
porque se asocia un valor, una sensacion.
Cuando se regala un color
inspira cuentos y desata pensamientos
que vuelan por donde quieren
y pueden ser cientos.






Pienso que es una manera hermosa de llegar a alguien,
y me llena de placer y felicidad el hecho de que una persona
pueda pensar en otra tocando su lado más sensible
con algo que lo define por completo, en este caso por medio de un color.

Todos somos de un color, tenemos la cualidad de uno en particular,
se atina solo cuando ese corazón es tan grande
que no vale la pena medirlo.


Gracias desde la médula.

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