No sabría si creer,
como desde un mito,
una visión inocente,
una iluminación pequeña,
el destino cobra vida
y desde ese florido lugar,
el mensaje se propague,
como el aire incontrolable
que se encuentra en los encuentros
cercanos
de cualquier tipo.
Que cálido pensar,
que cálido pensar, bien digo,
ese poder de expectación
que vuelve sorpresa lo cotidiano,
y paralelamente una realidad
se crea y decide crearse
cuando el mal se volvió invisible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario