Las palabras
explotaron
en el
susurro de la tormenta,
mientras
nuestros ojos húmedos
marcaron el
comienzo
de aquel
vacío enorme.
Han quedado
leguas surcadas,
buscando
estrellas en lo oscuro
de las
huellas,
aquellas que
guiaban
el camino
hacia la calma.
El silencio
adornará
la
inmensidad desierta,
atrapado
entre las nubes
que devoran
cada color
que dejaste
acaramelado.
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