Cuál es el tinte
del resplandor fortuito
que embarga sus sonajeros
hacia los pastos aleatorios
y los dispersa estallando pronto
para alinearlos en un crujir asombro?
La dispersión y el gusto
se unifican en tamaña sorpresa.
El espanto y el matiz
se desarman para después reincorporarse.
Mientras se tenga lejos la luz,
mientras se tenga tacto,
se apreciará el estruendo
y el silencio estupefacto.
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