Descendiendo
se logran paralelos
que no son mares muertos
sino árboles
en pleno crecimiento.
Los ángulos son espirales
que reanudan el tiempo,
los espirales son acompañados
de murallas y espejos
que reflejan tan sólo el viento.
Descendiendo
se encuentran puertas
hacia los aires desiertos
desde los valles siniestros
hasta el silencio perfecto.
1 comentario:
Llegar bien hasta lo bajo, sólo impulsarse y llegar muy, muy alto.
Volví, amigo!
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