Desconcierto en medio de la noche
hace cara a la cruz el silencio
que no son vientos ni lamentos
solo humedades de miles de cientos.
Ya sin la máscara se muestra
desnuda, abierta y enmohecida,
se muere de ganas de saber lo cierto
de latidos, luces y momentos.
Como un suicidio desquiciado
se avalancha creando miedo
ahorcando las luces
deshaciendo el movimiento.
1 comentario:
Genio.
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